EL CHUICO Y LA DAMAJUANA |
El Chuico y la Damajuana Después de muchos percances Para acabar con los chismes Deciden matrimoniarse . Subieron a una carreta, Tirada por bueyes verdes Uno se llamaba ¡Chicha! Y el compañero ¡Aguardiente! Como era pleno invierno Y había llovido tanto Tuvieron que atravesar Un río de vino blanco. Tan bien se sentía el Chuico Juntito a su Damajuana Que el sauce llorón reía Y el cactus acariciaba. En la puerta de la iglesia Hallaron al señor cura Que estaba rezando un credo Con un rosario de uvas. Como no invitaron más Que gente de la familia El padrino fue un barril Y la madrina una pipa. Cuando volvieron del pueblo Salieron a recibirlos Un odre de vino blanco Y un fudre de vino tinto. Todo estaba preparado Y para empezar la gresca Un vaso salió a bailar Un vals con una botella. La fiesta fue tan movida Y tuvo tal duración Que según cuenta un embudo Duró hasta que se acabó. De La cueca larga (Santiago, Universitaria, 1958)
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