EL MEJOR POETA DE CHILE

 

Por Manuel Rojas

 

En ese momento Jerry Rubin presentó a un hombre pequeño, robusto, de pelo gris, llamándole "el mejor poeta de Chile". Era Nicanor Parra, autor de Poemas y Antipoemas y por mucho tiempo el favorito de la izquierda latinoamericana. Sin embargo, Parra dijo que últimamente había sido visto con sospecha por muchos izquierdistas debido a un pequeño incidente ocurrido en Washington el año anterior. "Yo y otros poetas extranjeros habíamos leído nuestros poemas en la Biblioteca del Congreso. Después fuimos llevados a una recepción en la Casa Blanca y antes de que me diera cuenta estaba saludando a la señora Nixon. Fotos del saludo aparecieron por toda Latinoamérica y de pronto mis viejos amigos se pusieron muy fríos conmigo. Tuve que cancelar un viaje a Cuba. Y todo eso me molesta aún". Su cara se iluminó. "¿Usted sabe lo que realmente me rehabilitaría? Una foto con Hobby Seale".

Esto se publicó en el "New York Magazine" de octubre de 1971 y está citado en la entrevista que Elisabeth Pérez Luna hace a Nicanor Parra en la revista Papeles de Caracas, Venezuela. Pero no es sólo eso lo que dice Nicanor Parra de sí mismo, dice muchas otras cosas más, gran parte de ellas en defensa o en exégesis de sí mismo. Dice, por ejemplo: "A uno lo acusan de tantas cosas. Yo tengo mis ideas bastante claras al respecto. Creo que tarde o temprano la gente se enterará realmente dé cuál es la filosofía de un escritor que se interesa en trabajar en los Estados Unidos, en las universidades americanas. Uno no está trabajando para grupos antilatinoamericanos o antirrevolucionarios. Todo lo contrario. Aquí los estudiantes rechazan automáticamente a un escritor que parece reaccionario o derechista. Aquí mismo en Columbia recordamos lo que pasó con Borges cuando se declaró conservador. Lo querían agredir físicamente...".

El dato sobre Borges es bastante bueno. Pero hay que dejar en claro que nadie reprocha a un escritor que se va a ganar la vida a Estados unidos como profesor o como trabajador en los muelles. Cada uno se gana la vida como puede y en donde puede. José Martí vivió en Estados Unidos casi la mitad de su vida y nadie le reprocha ni le reprochó eso. Lo que fue reprochado a Nicanor Parra fue el hecho de que saliera retratado junto con la señora Nixon en un té de la Casa Blanca, reproche que puede ser injusto, ya que el té no fue organizando por él, ni él invitó a la Sra. Nixon. Fue ella la que se presentó, como se presenta en todas partes, y se hizo retratar con los escritores presentes. Por otra parte, y para mala suerte del poeta, por esos días, antes o después, publicó uno de esos que él cree que son una alta expresión poética y que llama artefactos: "Cuba sí, yanquis también". Si hubiera puesto "norteamericanos" o "americanos también", no habría dolido tanto, pero "yanquis" suena allí como una bofetada. La gente se le echó encima.

Y él no supo conducirse en ese momento. Tomó las cosas por todo lo alto. como si se hubiera insultado o atacado a una persona que por su grandeza no debe ser atacada. Contestó de mal modo y olvidándose de que es poeta insultó a Carlos Droguett; en vez de dirigirle artefacto, lo llamó hijo de puta. ¿Para qué sirve el ingenio, para qué sirve la gracia? Olvidó el ingenio y olvidó la gracia y se le cayó la gramática. Si hubiera hablado entonces como habla en la entrevista que cometamos habría salido mejor parado.

A pesar de sus artefactos, que lo sindicarían como un hombre muy revolucionario, Nicanor Parra se muestra aquí como político tranquilo: "Regresé a Chile y me declaré partidario de la Unidad Popular y voté por Allende. Soy un allendista moderado. Soy partidario de la revolución chilena, aunque tengo algunas críticas que formular". Preguntado por el entrevistador o entrevistadora cómo se definiría políticamente, Parra contesta: "En términos políticos yo te diría que soy un socialista un poco escéptico, un poco frío. Un socialista de tipo democrático; o sea, el socialismo por las urnas y no por las armas. Yo no propicio una revolución armada, pero realmente debo decir que en algunas partes me explico la inquietud de algunos grupos extremistas. No los justifico, pero me los explico".

Esto, que para un mirista o un hombre del FER o de Bandera Roja, es algo como tortas y pan pintado, virutas y cabezas de pescado, dicho por un poeta que tiene en América mucha gente que lo estima, publicado en una revista de circulación internacional, tiene un gran valor, pues Parra no se detiene ahí. Habla más de la revolución chilena y no habla mal en el sentido que le agrada a una parte de la Unidad Popular: "A lo mejor haremos una revolución de tipo pluralista (porque no vamos a tener dictaduras de nadie), y vamos a llegar por caminos, más o menos misteriosos al socialismo".

La entrevista termina con unas citas de artefactos, todos discutibles, por cierto, pero eso es lo que él hace y debemos respetar lo que hace aunque a veces haya incomodado lo que dice.

 

En: Clarín, Santiago, 22 de septiembre de 1972.

 

SISIB y Facultad de Filosofía y Humanidades - Universidad de Chile